7 maravillosos poemas para dedicar a tu papá

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 11 min.

La poesía es la forma ideal para expresar el cariño y admiración hacia los padres. En el siguiente listado se pueden encontrar versos que ensalzan y valoran la figura paterna como una fuerza esencial en la vida de una persona.

1. Mi padre - Juan de Dios Peza

Yo tengo en el hogar un soberano
único a quien venera el alma mía;
es su corona de cabello cano,
la honra es su ley y la virtud su guía.

En lentas horas de miseria y duelo,
lleno de firme y varonil constancia,
guarda la fe con que me habló del cielo
en las horas primeras de mi infancia.

La amarga proscripción y la tristeza
en su alma abrieron incurable herida;
es un anciano, y lleva en su cabeza
el polvo del camino de la vida.

Ve del mundo las fieras tempestades,
de la suerte las horas desgraciadas,
y pasa, como Cristo el Tiberíades,
de pie sobre las horas encrespadas.

Seca su llanto, calla sus dolores,
y sólo en el deber sus ojos fijos,
recoge espinas y derrama flores
sobre la senda que trazó a sus hijos.

Me ha dicho: «A quien es bueno, la amargura
jamás en llanto sus mejillas moja:
en el mundo la flor de la ventura
al más ligero soplo se deshoja.

»Haz el bien sin temer el sacrificio,
el hombre ha de luchar sereno y fuerte,
y halla quien odia la maldad y el vicio
un tálamo de rosas en la muerte.

»Si eres pobre, confórmate y sé bueno;
si eres rico, protege al desgraciado,
y lo mismo en tu hogar que en el ajeno
guarda tu honor para vivir honrado.

»Ama la libertad, libre es el hombre
y su juez más severo es la conciencia;
tanto como tu honor guarda tu nombre,
pues mi nombre y mi honor forman tu herencia.»

Este código augusto, en mi alma pudo,
desde que lo escuché quedar grabado;
en todas las tormentas fue mi escudo,
de todas las borrascas me ha salvado.

Mi padre tiene en su mirar sereno
reflejo fiel de su conciencia honrada;
¡Cuánto consejo cariñoso y bueno
sorprendo en el fulgor de su mirada!

La nobleza del alma es su nobleza,
la gloria del deber forma su gloria;
es pobre, pero encierra su pobreza
la página más grande de su historia.

Siendo el culto de mi alma su cariño,
la suerte quiso que al honrar su nombre,
fuera el amor que me inspiró de niño
la más sagrada inspiración del hombre.

Quisiera el cielo que el canto que me inspira
siempre sus ojos con amor lo vean,
y de todos los versos de mi lira
estos dignos de su nombre sean.

Juan de Dios Peza (1852 - 1910) fue un político y escritor mexicano. En estos versos, el hablante hace una descripción del padre como una figura central en su vida.

Así, comienza aludiendo a la sabiduría de su edad y cómo ha logrado enfocarse en el deber, en dar lo mejor de sí para sus hijos. De este modo, ha sembrado buenos frutos con el ejemplo, pues su virtud se ha convertido en herencia. Por ello, el poeta lo recuerda como un hombre justo que le mostró cómo convertirse en alguien valeroso.

2. Mi padre, cuando yo tenía - Ann Landers

4 años: Mi papá puede hacer de todo.

5 años: Mi papá sabe un montón.

6 años: Mi papá es más inteligente que el tuyo.

8 años: Mi papá no sabe exactamente todo.

10 años: En la época en que mi papá creció, las cosas seguramente eran distintas.

12 años: Oh, bueno, claro, mi padre no sabe nada de eso. Es demasiado mayor para recordar su infancia.

14 años: No le hagas caso a mi padre. ¡Es tan anticuado!

21 años: ¿Él? Por favor, está fuera de onda, sin recuperación posible.

25 años: Papá sabe un poco de eso, pero no puede ser de otra manera, puesto que ya tiene sus años.

30 años: No voy a hacer nada hasta no hablar con papá.

40 años: Me pregunto cómo habría manejado esto papá. Era inteligente y tenía un mundo de experiencia.

50 años: Daría cualquier cosa porque papá estuviera aquí para poder hablar esto con él. Lástima que no valoré lo inteligente que era. Podría haber aprendido mucho de él.

Ann Landers es el pseudónimo que utilizó la periodista estadounidense Ruth Crowley (1918 - 2002). En este poema busca de manera directa y sencilla demostrar la visión que suelen tener los hijos sobre los padres.

Por ello, hace un listado por edades. Así, relata cómo en la infancia la figura del padre se alza como un ídolo todopoderoso hasta convertirse en alguien que no logra comprenderla en la adolescencia.

En la edad adulta es cuando puede valorar realmente a su progenitor como una presencia importante y necesaria en su vida, hasta que ya en la madurez lo recuerda con nostalgia como el único que podría ayudarla cuando lo necesita.

3. Esta luz de Sevilla - Antonio Machado

Esta luz de Sevilla... Es el palacio
donde nací, con su rumor de fuente.
Mi padre, en su despacho.—La alta frente,
la breve mosca, y el bigote lacio—.
Mi padre, aun joven. Lee, escribe, hojea
sus libros y medita. Se levanta;
va hacia la puerta del jardín. Pasea.
A veces habla solo, a veces canta.
Sus grandes ojos de mirar inquieto
ahora vagar parecen, sin objeto
donde puedan posar, en el vacío.
Ya escapan de su ayer a su mañana;
ya miran en el tiempo, ¡padre mío!,
piadosamente mi cabeza cana.

Antonio Machado (1875 - 1939) fue un destacado escritor español, perteneciente a la generación del 98. Aunque fue narrador y dramaturgo, dentro de su producción destaca la poesía.

En estos versos recuerda al padre en su cotidianidad. Así, describe su físico, sus costumbres, sus gestos, todos aquellos detalles que conforman su esencia.

Luego, hace mención al paso del tiempo, a la cabeza cana que indica que los años resultan implacables y que debe aprovechar al máximo su presencia.

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4. Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (fragmento) - Jaime Sabines

Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas,
por eso es que este hachazo nos sacude.
Nunca frente a tu muerte nos paramos
a pensar en la muerte,
ni te hemos visto nunca sino como la fuerza y la
alegría.
No lo sabemos bien, pero de pronto llega
un incesante aviso,
una escapada espada de la boca de Dios
que cae y cae y cae lentamente.
Y he aquí que temblamos de miedo,
que nos ahoga el llanto contenido,
que nos aprieta la garganta el miedo.

Nos echamos a andar y no paramos
de andar jamás, después de medianoche,
en ese pasillo del sanatorio silencioso
donde hay una enfermera despierta de ángel.
Esperar que murieras era morir despacio,
estar goteando del tubo de la muerte,
morir poco, a pedazos.

No ha habido hora más larga que cuando no
dormías,
ni túnel más espeso de horror y de miseria
que el que llenaban tus lamentos,
tu pobre cuerpo herido.

Jaime Sabines (1926 - 1999) fue un destacado poeta mexicano que trabajó temas como el amor, la soledad y la muerte en un estilo directo y sencillo.

El padre del autor murió en 1973 luego de una larga lucha contra el cáncer. Fue un proceso muy doloroso para toda la familia, por lo que Sabines decidió plasmarlo en un largo poema en el que reflexiona sobre la muerte, además de hacerle honor a la figura de su progenitor.

Aquí recuerda los momentos vividos en los últimos días. Toda la familia se encontraba en el hospital, junto al enfermo. El hablante expresa la dificultad de afrontar la partida de un hombre a quien consideraba como símbolo de fuerza y apoyo. La muerte aparece como una presencia desconocida hasta ese momento, con la que se debe aprender a lidiar y, finalmente, aceptar.

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5. A mi padre - Jorge Luis Borges

Tú quisiste morir enteramente,
la carne y la gran alma. Tú quisiste
entrar en la otra sombra sin la triste
plegaria del medroso y del doliente.
Te hemos visto morir con el tranquilo
ánimo de tu padre ante las balas.
La guerra no te dio su ímpetu de alas,
la torpe parca fue cortando el hilo.
Te hemos visto morir sonriente y ciego.
Nada esperabas ver del otro lado,
pero tu sombra acaso ha divisado
los arquetipos últimos que el griego
soñó y que me explicabas. Nadie sabe
de qué mañana el mármol es la llave.

Jorge Luis Borges (Argentina, 1899 - 1986) fue uno de los escritores más reverenciados del siglo XX. En su obra, planteó la multiplicidad del tiempo y el espacio, así como la presencia de un lector activo, co-creador del texto.

En este poema se refiere a la muerte de su padre como un rito de paso que acepta con fuerza y entereza. Su progenitor fue una importante influencia en sus gustos, pues siempre lo impulsó a seguir el camino de las letras. Por ello, hacia el final de los versos rescata la idea de que al llegar a la otra vida logró encontrar sentido a la existencia en aquel imaginario que le inculcó.

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6. Para padres y maestros - Santa Teresa de Calcuta

Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.

Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.

Sin embargo...
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.

Santa Teresa de Calcuta (1910 - 1997) es reconocida por su labor religiosa y misionera. Aunque su trabajo para la Iglesia fue lo más importante en su vida, también escribió varios textos que se reunieron en Escritos esenciales, publicado de forma póstuma el año 2001.

Este poema es uno de los más reconocidos de la religiosa. En él establece la figura paterna como una guía que debe estar presente en la vida de los hijos, enseñando y acompañando, pero también dando el espacio para crecer por sí mismos.

7. Si supiera - Gabriel García Márquez

Si supiera que esta fuese la última vez
que te veo salir por esa puerta,
te daría un abrazo, un beso,
te llamaría de nuevo para darte más…

Si supiera que esta fuera la última vez
que voy a oír tu voz,
grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas
una y otra vez indefinidamente…

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo,
diría te quiero
y no asumiría tontamente
que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida
nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien,
pero por si me equivoco
y hoy es todo lo que nos queda,
me gustaría decirte cuanto te quiero,
que nunca te olvidaré…

Gabriel García Márquez (1927 - 2014) es una de las voces más importantes de la literatura del siglo XX y uno de los mayores exponentes del Boom Latinoamericano.

Aunque es más reconocido por su narrativa, también cultivó la poesía. Si bien estos versos no están dedicados a la figura del padre, el hablante expresa el amor incondicional que siente hacia el objeto de su afecto.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.