La virgen de las rocas de Leonardo da Vinci

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 6 min.

Leonardo Da Vinci (1452 - 1519) es uno de los artistas más famosos del mundo. Muchas de sus obras son reconocidas a nivel mundial como La Monalisa y La última cena. Entre su producción destaca el cuadro La virgen de las rocas, que por el hecho de tener dos versiones ha despertado dudas y desacuerdos.

Virgen de las rocas Louvre
Museo del Louvre, París, Francia

Pintura por encargo

En 1483, Leonardo da Vinci se trasladó a Milán. Ese mismo año, una hermandad laica de la Iglesia de San Francesco Grande le encargó la confección de un retablo para una capilla dedicada a la Virgen María.

La tarea debía dividirse entre el artista y los hermanos Ambrogio y Evangelista de Predis, quedando el retablo central a cargo de Da Vinci. Hoy se conoce como el cuadro La virgen de las rocas y cuenta con dos versiones.

Los otros relieves representaban distintas escenas de la vida de María, además de ángeles y santos. La pintura más importante era la central que servía para cubrir una imagen de culto de la Virgen con el niño, que se ocultaba durante 364 días y se revelaba el 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción.

Personajes

El cuadro muestra a la Virgen, junto a San Juan Bautista de niño, a Jesús y un ángel ante una gruta. María se encuentra en el centro de la composición y dirige su mirada hacia Juan que reza, mientras que con su mano derecha cubre su hombro y con la izquierda indica a Jesús.

En el lado izquierdo se encuentra el ángel que señala directamente a San Juan. Por su parte, Jesús lo observa atento y lo bendice. Se cree que el ángel es Uriel, ya que cuando San Juan quedó huérfano, Dios lo designó como su protector.

Hay una distribución piramidal, tal como en la mayoría de los cuadros religiosos del periodo. Ambas pinturas fueron realizadas al óleo sobre un panel de madera y cuentan con grandes proporciones.

Tema

El encuentro entre Jesús y San Juan en la infancia no es un tema común. De hecho, este episodio no aparece en los Evangelios, sino que en el texto apócrifo de Santiago. Allí se relata cómo María y su hijo, durante su huida hacia Egipto, se encontraron con Isabel y San Juan.

Se cree que la orden encargó que se añadiera a San Juan Bautista, ya que San Francisco y él eran dos figuras que solían asociarse en la creencia cristiana.

Paisaje

La escena se sitúa dentro de una gruta retirada. En el fondo, se puede observar un paisaje rocoso, envuelto en brumas y luz. Llama la atención la existencia de agua en un paraje tan desértico. Este paisaje tiene un valor simbólico. En primera instancia, el agua que se puede distinguir atrás, representa la pureza de la Virgen, su naturaleza inmaculada.

Lo pedregoso también funciona de manera alegórica, ya que en el Antiguo Testamento hay referencias a María como "paloma en las grietas de la roca", "piedra no hendida por mano del hombre" y "montaña excelsa, intacta, cristalina, cavidad en la montaña". De esta manera, la piedra escarpada constituye una metáfora de su inesperada fecundidad.

En el contrato realizado con la orden para la confección del cuadro, aparecía explícitamente estipulado que debían incluirse montes y riscos. Esto se debía a que la montaña era un símbolo religioso ligado a San Francisco y su historia. El fundador de la orden pasó mucho tiempo en el monte de La Verna, donde le aparecieron los estigmas.

Por ello, en las imágenes de la época siempre fue representado en ambientes escarpados. La orden deseaba que se unieran la simbología franciscana y mariana, y pidieron que se destacara ese detalle. Da Vinci no solía darle tanta importancia a los fondos y estas pinturas son una excepción en este aspecto.

Concepción de Da Vinci

Leonardo Da Vinci fue el prototipo de hombre del Renacimiento, ya que se dedicó a estudiar diversos temas. Tenía un interés particular por la ciencia y escribió algunas reflexiones sobre su concepción de la Tierra como un cuerpo.

En el Código Leicester manifestó sus ideas en relación a la anatomía de la tierra:

El cuerpo de la tierra es como es como el cuerpo de los seres vivos, entrelazado de ramificaciones venosas, conectadas unas con otras y destinadas a alimentar y revivir la Tierra y sus criaturas, y estas venas surgen de las profundidades del mar, y allí deben volver, después de dar vueltas y giros en los ríos, que nacen en las montañas al reventar estas venas.

En su visión, las aguas que fluyen bajo la superficie de la tierra hallan su camino hacia las cimas alpinas tal como las venas del cuerpo humano transportan la sangre hacia todos los puntos necesarios. Es por esta razón que se cree que le dedicó espacio al agua en la composición, aludiendo que era un guiño a la pureza de María.

Dos versiones

La versión más antigua fue la realizada entre 1483 y 1484 para la Iglesia y se conserva en el Museo del Louvre de París. Por su parte, la pintura posterior se finalizó en 1508 con la ayuda de Ambrogio de Predis y se encuentra en la National Gallery de Londres.

Las diferencias radican en algunos cambios de las posturas y una mayor presencia de símbolos para dejar muy clara la identidad de cada uno. En su momento, la orden no quedó conforme con la pintura, pues se generaba confusión entre los personajes y al ser una imagen religiosa, no querían que quedara ninguna duda.

Por ello, en la segunda versión se agregaron detalles como los halos para indicar santidad, a Juan Bautista se le añadió una cruz y al ángel alas. Asimismo, el agua del fondo se realizó de manera mucho más nítida.

Virgen de las rocas National Gallery
National Gallery, Londres, Inglaterra

Conflictos jurídicos

Una vez que se finalizaron las obras, se generó una disputa en relación a los pagos. La orden afirmó no estar conforme con el trabajo y los artistas exigían su dinero, por lo que amenazaron con vender sus creaciones a un mejor postor. En este contexto, surgió la segunda versión que fue la que finalmente decoró la capilla de la orden de San Francesco Grande de Milán.

La versión antigua se vendió a un aficionado de arte. De esta manera, La Virgen de las rocas se convirtió en uno de los primeros cuadros que perdió su contexto religioso por iniciativa del propio artista, dando pie al valor puramente estético.

Bibliografía

  • Bolaños, María. (2007). Interpretar el arte a través de las obras maestras y los artistas más universales. Contrapunto.
  • Zöllner, Frank. (2007). Leonardo da Vinci. Obra pictórica completa y obra gráfica. Taschen.

Ver también

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.